Como Convivir Con Ancianos Manipuladores

Como Convivir Con Ancianos Manipuladores

Los ancianos manipuladores pueden ser una gran fuente de frustración para sus familiares. Estas personas tienden a manipular sus familiares con el fin de conseguir lo que quieren.

Identificar y reconocer la manipulación

Reconocer cuando alguien está siendo manipulado es la primera etapa para comenzar a convivir con un anciano manipulador. Hay algunos signos claves para identificar si estás siendo manipulado:

• Sentirse obligado a tomar decisiones en contra de tu voluntad.
• Sentir que el anciano te juzga por tus elecciones.
• Sentirse incómodo cuando estás en torno a este anciano y evitar su presencia.

Si has identificado estos síntomas en alguna de tus relaciones con tu familiar anciano, puedes empezar a tomar acciones para convivir en una mejor relación y manejar la situación.

Establecer límites claros

Los límites son importantes para establecer una alianza honesta entre el anciano y sus familiares. Si los límites no son claros, el anciano puede consumar la manipulación hasta lograr sus propósitos. Debes establecer reglas y límites claros con el fin de evitar que el anciano manipule tu comportamiento.

Reconocer los manipuladores como humanos

Aunque los ancianos manipuladores pueden llegar a ser muy molestos, es importante reconocerlos como personas. Estas personas continúen experimentando emociones y vivencias, es importante recordar esto para saber tratarlos con respeto. La comprensión y cariño juegan un papel fundamental tanto en los ancianos como en cualquier persona.

Hablar de tus sentimientos

Es importante buscar un momento adecuado para hablar de los sentimientos que sientes en cuanto al comportamiento del anciano. Es importante siempre hablar con calma y explicar claramente los motivos por los cuales te sientes incómodo con los comentarios o acciones del anciano manipulador.

Los ancianos manipuladores son una fuente de incomodidad para sus familiares, sin embargo, es necesario encontrar la forma de relacionarse con ellos de forma adecuada y comprensiva. A través de la identificación de la manipulación, el establecimiento de límites claros, la comprensión hacia un manipulador como un humano único y el hablar de tus sentimientos, puedes llegar a construir una relación sana con tu familiar anciano.

Cómo convivir con los ancianos manipuladores

Uno de los aspectos más difíciles de enfrentar al convivir con ancianos es lidiar con la manipulación emocional.
Los ancianos manipuladores pueden poner a prueba los límites de los demás con sus palabras hirientes, sus estrategias para conseguir lo que quieren e incluso con temas como el chantaje emocional.
Es importante que aprendas a gestionar los sentimientos que te genere la manipulación para quién tu relación sea más saludable y agradable.

Reconoce la manipulación

Es importante reconocer cuándo una persona intenta manipularte para no poner en riesgo la relación que hay entre ambos.
Los siguientes comportamientos pueden ser indicativos de manipulación:

• Criticar constantemente: los ancianos manipuladores siempre estarán encontrando algún motivo para criticar, los cuales podrían ser incluso la forma de vestir o como otras personas te están tratando.
• Usar el chantaje emocional: intentar que cambies tu forma pensar usando promesas y amenazas.
• Mango con la culpa : esta técnica es la más común entre estos ancianos. Utilizan la culpa para que hagas lo que quieren.

Comienza a trabajar en ti mism@

La mejor forma de manejar los sentimientos generados con la manipulación es trabajando en uno mism@.
Es importante que te manejes con una actitud madura y siempre intentes tener una postura empática para comprender la situación por la cual está pasando tu ser querido.
No hay necesidad de responder con la misma «violencia», ya que esto sólo generará una respuesta en cadena de la que ninguno de los dos se beneficiará.

Contesta de forma diplomática

Crear una conversación diplomática es esencial para enfrentar los comentarios hirientes que el anciano te haga.
Es importante que te mantengas en tu línea, sin usar palabras hirientes e intentando calmar los ánimos con la neutra y descartando las acusaciones.
Es importante que sepas diferenciar entre ti y la persona con la que estás platicando para no perder el control de la situación.